Los cables diplomáticos difundidos por WikilLeaks desvelan los entresijos del presidente Mugabe en el tráfico ilegal de diamantes de sangre.
La conocida Wikileaks saca a la luz documentos que relacionan el tráfico ilegal de diamantes de sangre, obtenidos de las minas de Marange, con el presidente de Zimbabwe y sus allegados. El gobernador del Banco Central de este país, Gideon Gono, la mismísima mujer de Mugabe, Grace Mugabe, el vicepresidente de Zimbabwe, Joyce Mujuru, e incluso el jefe de los Ejércitos, Constantine Chiwenga, podrían ser algunos de los directamente beneficiados por el comercio ilegal de estas piedras, según transcribía la embajada estadounidense en un telegrama a Washington.
Las minas de Marange: la mayor concentración de diamantes de aluvión de la historia
Las minas de Marange, situadas al este de Zimbabwe, son consideradas por el régimen zimbabwense, como “el mayor yacimiento de diamantes de aluvión de la historia de la Humanidad”. Los diamantes de aluvión son aquellos que se hallan de manera natural en la superficie, debido a la erosión del suelo y las lluvias. Se asimilan a botellas de cerveza rotas, de colores negro, verde o marrón. No obstante, estas piedras pueden proporcionar entre 1.000 y 1.700 millones de dólares al año, lo que supone casi la mitad del PIB nacional de Zimbabwe.
A finales de 2009, dos compañías, una china y otra sudafricana se aliaron con la compañía de minería estatal, para la extracción de diamantes. Quizá, no debiera sorprender que, Grace Mugabe, esposa del presidente de Zimbabwe, fuese una de las accionistas, con licencias para realizar prospecciones en la zona, lo que proporcionó hasta mayo de 2010, 4,4 millones de quilates.
El “Proceso Kimberley” en el caso zimbabwense
La prohibición de exportar las gemas, se produciría a mediados de 2010, a la espera de superar un proceso de certificación, denominado “Proceso Kimberley”.Este procedimiento fue diseñado en 2002 para evitar la comercialización de “diamantes de sangre”, es decir, aquellos procedentes de zonas en conflicto controladas por fuerzas opositoras a Gobiernos legítimos, y con cuya extracción consiguen financiación para la guerra.
En el caso de Zimbabwe, la organización “Human Rights Wath”, recogió más de 100 testimonios que confirman el empleo de violencia del Ejército sobre los locales que habían llegado en busca de las gemas, a través de los que se denominó “Operación Hakudokwi” (sin retorno).
A finales de octubre de 2008, según constata HRW, se empleó de manera indiscriminada la artillería, sobre los buscadores ilegales, así como sobre las aldeas cercanas, lo que se tradujo en ráfagas de AK-47, helicópteros artillados y gas lacrimógeno. Los ataques continuaron durante tres semanas y se cobró la vida de 200 personas, según fuentes de la organización.
Los testimonios de la masacre que el Proceso Kimberley no atendió
Human Right Wath emitió un informe denominado Diamantes en bruto: Violaciones de los derechos humanos en los campos de diamante de Marange, el cual recoge algunos de los testimonios de los locales obligados a la explotación de las minas. A pesar de la dureza y claridad de los testimonios, para la Comisión encargada de certificar las gemas, no fue suficiente para tildar los diamantes como “diamantes de sangre”.
Uno de los supervivientes atestigua: “Tres policías a caballo nos atacaron mientras trabajamos en los campos de diamantes, y de inmediato nos dispararon con sus escopetas en una redada (...) Recibí un disparo en el muslo izquierdo. Dos de mis amigos fallecieron a consecuencia de los disparos durante ese ataque”.
"Los soldados en los helicópteros comenzaron a dispararnos municiones y gas lacrimógeno. Todos dejamos de escavar y corrimos hacia las montañas para escondernos. Noté que había muchos soldados uniformados siguiéndonos a pie. De mi grupo, 14 mineros fueron muertos a tiros por la mañana". Relataba uno de los mineros.
"Todos los días, acarreaba el mineral y solo descansaba por períodos muy cortos ( ...) Siempre empezábamos a trabajar muy temprano en la mañana, antes de los ocho, y terminábamos al oscurecer, después de las seis. Todo lo que ahora quiero es volver a la escuela".
Levantamiento de la prohibición de comercio con diamantes zimbabwenses
En agosto de 2010, la Comisión del Proceso Kimberley, conformada por 70 componentes, entre los que se encontraba Abbey Chikane, empresario surafricano asignado para la supervisión de las minas, levantó la veda al comercio de diamantes de Zimbabwe. El presidente de la empresa Junta de Diamantes, con sede en Johannesburgo, recomendó la certificación de las gemas, aludiendo: “El Gobierno de Zimbabwe ha demostrado su compromiso para reunir los requerimientos mínimos”.
Durante el proceso, Farai Maguwu, jefe del Centro de Investigación y Desarrollo de Marange, fue detenido tras reunirse en Tel Aviv con el empresario. El activista traslado a Chikane la realidad de las minas (violencia, represión, explotación... etc.).Acusado de atentar contra los intereses económicos del país, por difundir falsas violaciones de los derechos humanos, fue encarcelado en una prisión de Harare. Fue puesto en libertad 39 días más tarde, bajo fianza, y con unas restrictivas condiciones de movimiento.
Las filtraciones de la embajada estadounidense sobre las minas de Marange
Tras las filtraciones de los documentos clasificados, la embajada estadounidense, atestigua que, el gobernador del Banco Central de este país, Gideon Gono, la mujer de Mugabe, Grace Mugabe, el vicepresidente de Zimbabwe, Joyce Mujuru, e incluso el jefe del Ejército, Constantine Chiwenga, están implicados en el comercio ilegal de diamantes zimbabwenses.
Responsables de contratar intermediarios para la extracción de gemas, vendían las piedras sin certificación a compradores extranjeros. En 2008, muchos especialistas en prospección, ajenos a los altos dirigentes, se instalaron en la zona, en busca de diamantes de calidad, momento en el cual tuvieron lugar los ataques a las minas.
Tras el tráfico ilegal de diamantes, desde que en 2006 se descubriera el yacimiento, y la superación del Proceso Kimberley, que permitió comerciar de manera legal con las piedras, en diciembre de 2010, el presidente Mugabe, da un paso más, procediendo a la nacionalización de las minas Traducción: apropiación de los yacimientos, así como del 51% de la propiedad de otros minerales como el oro y el platino.
Según Saviour Kasukuwere, ministro para el Desarrollo Indígena, el comienzo de las nacionalizaciones se producirá en enero de 2011. Del mismo modo, apuntó que los habitantes de estas áreas recibirán el 10% de las ganancias brutas generadas por la actividad minera. ¿Conseguirá el continente africano dejar de verter sangre y explotar sus recursos a cambio del enriquecimiento de la elite política? Deberemos estar atentos a la aplicación de la ley y las nuevas relaciones económico- comerciales de sus dirigentes, solo el futuro acontecer de los hechos dará respuesta a este interrogante.
La conocida Wikileaks saca a la luz documentos que relacionan el tráfico ilegal de diamantes de sangre, obtenidos de las minas de Marange, con el presidente de Zimbabwe y sus allegados. El gobernador del Banco Central de este país, Gideon Gono, la mismísima mujer de Mugabe, Grace Mugabe, el vicepresidente de Zimbabwe, Joyce Mujuru, e incluso el jefe de los Ejércitos, Constantine Chiwenga, podrían ser algunos de los directamente beneficiados por el comercio ilegal de estas piedras, según transcribía la embajada estadounidense en un telegrama a Washington.
Las minas de Marange: la mayor concentración de diamantes de aluvión de la historia
Las minas de Marange, situadas al este de Zimbabwe, son consideradas por el régimen zimbabwense, como “el mayor yacimiento de diamantes de aluvión de la historia de la Humanidad”. Los diamantes de aluvión son aquellos que se hallan de manera natural en la superficie, debido a la erosión del suelo y las lluvias. Se asimilan a botellas de cerveza rotas, de colores negro, verde o marrón. No obstante, estas piedras pueden proporcionar entre 1.000 y 1.700 millones de dólares al año, lo que supone casi la mitad del PIB nacional de Zimbabwe.
A finales de 2009, dos compañías, una china y otra sudafricana se aliaron con la compañía de minería estatal, para la extracción de diamantes. Quizá, no debiera sorprender que, Grace Mugabe, esposa del presidente de Zimbabwe, fuese una de las accionistas, con licencias para realizar prospecciones en la zona, lo que proporcionó hasta mayo de 2010, 4,4 millones de quilates.
El “Proceso Kimberley” en el caso zimbabwense
La prohibición de exportar las gemas, se produciría a mediados de 2010, a la espera de superar un proceso de certificación, denominado “Proceso Kimberley”.Este procedimiento fue diseñado en 2002 para evitar la comercialización de “diamantes de sangre”, es decir, aquellos procedentes de zonas en conflicto controladas por fuerzas opositoras a Gobiernos legítimos, y con cuya extracción consiguen financiación para la guerra.
En el caso de Zimbabwe, la organización “Human Rights Wath”, recogió más de 100 testimonios que confirman el empleo de violencia del Ejército sobre los locales que habían llegado en busca de las gemas, a través de los que se denominó “Operación Hakudokwi” (sin retorno).
A finales de octubre de 2008, según constata HRW, se empleó de manera indiscriminada la artillería, sobre los buscadores ilegales, así como sobre las aldeas cercanas, lo que se tradujo en ráfagas de AK-47, helicópteros artillados y gas lacrimógeno. Los ataques continuaron durante tres semanas y se cobró la vida de 200 personas, según fuentes de la organización.
Los testimonios de la masacre que el Proceso Kimberley no atendió
Human Right Wath emitió un informe denominado Diamantes en bruto: Violaciones de los derechos humanos en los campos de diamante de Marange, el cual recoge algunos de los testimonios de los locales obligados a la explotación de las minas. A pesar de la dureza y claridad de los testimonios, para la Comisión encargada de certificar las gemas, no fue suficiente para tildar los diamantes como “diamantes de sangre”.
Uno de los supervivientes atestigua: “Tres policías a caballo nos atacaron mientras trabajamos en los campos de diamantes, y de inmediato nos dispararon con sus escopetas en una redada (...) Recibí un disparo en el muslo izquierdo. Dos de mis amigos fallecieron a consecuencia de los disparos durante ese ataque”.
"Los soldados en los helicópteros comenzaron a dispararnos municiones y gas lacrimógeno. Todos dejamos de escavar y corrimos hacia las montañas para escondernos. Noté que había muchos soldados uniformados siguiéndonos a pie. De mi grupo, 14 mineros fueron muertos a tiros por la mañana". Relataba uno de los mineros.
"Todos los días, acarreaba el mineral y solo descansaba por períodos muy cortos ( ...) Siempre empezábamos a trabajar muy temprano en la mañana, antes de los ocho, y terminábamos al oscurecer, después de las seis. Todo lo que ahora quiero es volver a la escuela".
Levantamiento de la prohibición de comercio con diamantes zimbabwenses
En agosto de 2010, la Comisión del Proceso Kimberley, conformada por 70 componentes, entre los que se encontraba Abbey Chikane, empresario surafricano asignado para la supervisión de las minas, levantó la veda al comercio de diamantes de Zimbabwe. El presidente de la empresa Junta de Diamantes, con sede en Johannesburgo, recomendó la certificación de las gemas, aludiendo: “El Gobierno de Zimbabwe ha demostrado su compromiso para reunir los requerimientos mínimos”.
Durante el proceso, Farai Maguwu, jefe del Centro de Investigación y Desarrollo de Marange, fue detenido tras reunirse en Tel Aviv con el empresario. El activista traslado a Chikane la realidad de las minas (violencia, represión, explotación... etc.).Acusado de atentar contra los intereses económicos del país, por difundir falsas violaciones de los derechos humanos, fue encarcelado en una prisión de Harare. Fue puesto en libertad 39 días más tarde, bajo fianza, y con unas restrictivas condiciones de movimiento.
Las filtraciones de la embajada estadounidense sobre las minas de Marange
Tras las filtraciones de los documentos clasificados, la embajada estadounidense, atestigua que, el gobernador del Banco Central de este país, Gideon Gono, la mujer de Mugabe, Grace Mugabe, el vicepresidente de Zimbabwe, Joyce Mujuru, e incluso el jefe del Ejército, Constantine Chiwenga, están implicados en el comercio ilegal de diamantes zimbabwenses.
Responsables de contratar intermediarios para la extracción de gemas, vendían las piedras sin certificación a compradores extranjeros. En 2008, muchos especialistas en prospección, ajenos a los altos dirigentes, se instalaron en la zona, en busca de diamantes de calidad, momento en el cual tuvieron lugar los ataques a las minas.
Tras el tráfico ilegal de diamantes, desde que en 2006 se descubriera el yacimiento, y la superación del Proceso Kimberley, que permitió comerciar de manera legal con las piedras, en diciembre de 2010, el presidente Mugabe, da un paso más, procediendo a la nacionalización de las minas Traducción: apropiación de los yacimientos, así como del 51% de la propiedad de otros minerales como el oro y el platino.
Según Saviour Kasukuwere, ministro para el Desarrollo Indígena, el comienzo de las nacionalizaciones se producirá en enero de 2011. Del mismo modo, apuntó que los habitantes de estas áreas recibirán el 10% de las ganancias brutas generadas por la actividad minera. ¿Conseguirá el continente africano dejar de verter sangre y explotar sus recursos a cambio del enriquecimiento de la elite política? Deberemos estar atentos a la aplicación de la ley y las nuevas relaciones económico- comerciales de sus dirigentes, solo el futuro acontecer de los hechos dará respuesta a este interrogante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario