Siria, escenario de represión política, social y mediática, fomenta la no formación de sus periodistas. Sacamos a la luz su modelo de enseñanza.
Las siguientes líneas, acercarán al ciudadano de a pie las formas de enseñanza del periodismo en Siria. Convulsa en los últimos tiempos, es escenario de un profundo conflicto político y social aderezado por las protestas ciudadanas, la represión a la prensa y la denuncia internacional.
Titulares como: “Rebeldes sirios eligen a un nuevo jefe militar” (Reuters, 8 de diciembre de 2012) o “Alepo se acostumbra a la guerra” (El País, 10 de diciembre de 2012) han alumbrado la actualidad de nuestro periódicos. La denominada “primavera árabe” tomó tierra en Siria un 15 de marzo de 2011. A partir de entonces, un velo cubrió las cámaras y los ojos de los periodistas.
Las libertades de expresión y opinión: la regulación de prensa en Siria
Los derechos a la libertad de expresión y opinión aparecen recogidos en la Constitución Siria de 1973, si bien, se asigna su regulación a leyes complementarias.Cuestiones constitucionales a parte, las distintas normativas que han pretendido regular de manera democrática estas libertades, no han sido sino destellos. Reporteros sin Fronteras ubica al país al fondo de su índice de Libertad de Prensa, en la posición 173 de 178.
Las principales leyes de prensa siria, a saber:
1. Decreto legislativo 53, de 8 de octubre de 1949.
2. Decreto legislativo 50, de 22 de septiembre de 2001.
3. Decreto legislativo 108, de 28 de agosto de 2011.
El Decreto legislativo 53, regulador de la prensa durante más de cuatro décadas, no fue discutido ni aprobado por el Parlamento, sino impuesto por el golpista Husni al-Zaim. Más conocido como “ley mordaza”, las libertades de expresión y prensa se encontraban subordinadas de manera absoluta al ejecutivo.
En 2001, el presidente Bashar al- Assad emitía el Decreto Legislativo 50. El fin: remplazar al de 1949 y con ello propiciar la apertura de la prensa y sus libertades. Comúnmente conocida como Ley de Medios, no cumplió con las esperanzas de los periodistas sirios. En reacción a la promulgación de la citada ley, la Unión de Periodistas redactó un memorando que fue presentado ante el Ministerio de Información, el cual rezaba: “La nueva ley queda muy lejos de atender a las expectativas de los periodistas…los artículos de la nueva ley están a la altura de la antigua”
Los polémicos artículos del Decreto Legislativo 50
El Decreto Legislativo 50, regulador de prensa, fue publicado el 22 de septiembre de 2001. Pensado como artífice de la libertad informativa, presentó una serie de polémicos artículos que poco distaban de la comúnmente denominada “ley mordaza”. Algunos de éstos son:
Artículo 28, sección c: se podía obligar a los periodistas a revelar sus fuentes al Ministerio de Información. El ministro tenía derecho a revocar las tarjetas de prensa en caso de negarse.
Artículo 43: Se imponen penas de cárcel de diez días a tres meses y multas pecuniarias a los propietarios de imprentas, librerías y bibliotecas que conculcasen las condiciones de apertura.
Artículo 49: pena de prisión de dos meses a un año y multa por emitir difamaciones o calumnias.
Artículo 51: penas de prisión o multa para los casos de publicación de “falsedades” o “reportajes inventados”. Se establecen las mismas sanciones en caso de publicacar noticias o informaciones con intención maliciosa o que provoque desconcierto al público, afecte a la dignidad del Estado, la unidad nacional, el espíritu del ejército o cause daños a la economía nacional.
Artículo 53: prisión de uno a cuatro años y pecunia en caso de publicaciones que inciten a las Fuerzas Armadas a incumplir sus obligaciones o desobedecer a sus comandantes.
La primavera árabe y el Decreto Legislativo 108
Tras las revueltas de la primavera árabe, el 28 de agosto de 2011, el todavía presidente al- Assad promulgó una nueva Ley de Medios (Decreto Legislativo 108). Ésta nace con la intención de liberalizar la represiva legislación anterior. En palabras del ministro Mahmoud, la nueva ley de medios de comunicación respondía a las necesidades de la opinión pública siria y desarrollaba la democracia. Del mismo modo haría hincapié en que la ley era ejemplar y sin precedentes.
No así las cosas, la regulación continúa hablando de “libertad de expresión responsable”, lo que a muchos suena a “libertada condicionada”. Su principal logro: retira las penas de prisión a periodistas por los motivos expuestos en la anterior regulación.
Debemos destacar que a pesar de esta nueva normativa, hemos sido espectadores de hechos tales como la prohibición de usar el dispositivo móvil iPhone con el fin de controlar la información que salía del país (El mundo, versión digital de 5 de diciembre de 2011) o la detención de la bloguera siria Razan Ghazzawi (Periodismohumano.com, 6 de diciembre de 2011).
Reflejo de la desinformación y la falta de libertad de prensa, son las palabras de Luís Crespo, colaborador de BBC Mundo en Siria: “No es que no ocurra nada. Aquí hay gente muriendo. Pero saber cuántos son, quiénes eran, cómo murieron, cómo estaban organizados, qué buscaban… simplemente no se puede verificar”.
Cultura, enseñanza y tradición del periodismo sirio
Las manifestaciones artísticas y culturales en la República Árabe Siria se hacen patentes a lo largo de toda su geografía. Los estudios de arqueología han descubierto que la cultura siria llego a rivalizar incluso con la mesopotámica y egipcia. Celebres autores, como Philip Hitti o Andrea Parrout, comentan respectivamente: “Los eruditos consideran Siria como la maestra de las características humanas” o “Cada persona civilizada debe admitir que tiene dos países de origen: aquél en el que nació y Siria”.
Su influencia sobre la literatura y música árabe, unida a una gran tradición poética oral y escrita, conforman la base de su muestrario cultural. Muy al contrario, y centrando el tema que nos ocupa, el periodismo nunca ha gozado de trascendencia dentro del país, siendo pocos los periodistas sirios de prestigio internacional.
Dentro del ámbito académico, de un total de veinte universidades, tan solo una oferta los estudios de Periodismo. Importantes centros del país, como la universidad privada de Kalamoon, carecen de dicha oferta académica. Taleb Qadi Amin, presidente del Consejo Nacional de Medios, opinaba en el portal Syria Today acerca de estas enseñanzas: “La formación de los periodistas es terrible” “Los que trabajan en los medios públicos son empleados, no periodistas. Incluso en los medios de comunicación privados, rara vez se prueba las habilidades periodísticas…”.
Mucha teoría y poca práctica
Sami Moubayed, profesor de la Universidad de Kalamoon y jefe de la revista Avance, indicaba al mismo medio: “La práctica es lo que hace a un buen periodista”. Y es que las enseñanzas son eminentemente teóricas. Por su parte, Nezar Mihoub, presidente de la Academia Internacional de Siria (SIA), dijo que los cursos universitarios actuales dejan al aspirante a periodista completamente desprovisto de habilidades técnicas.
Tal y como expone el diario Syria Today, el gobierno y los órganos pertinentes, como la Unión de Periodistas, han de sentarse y elaborar un plan integral que asegure que todos los profesionales de la comunicación están debidamente capacitados. Se habla de cooperación entre el Ministerio de Información y la Universidad de Damasco, pero los esfuerzos hasta ahora se han perdido en la burocracia.
Siria se encuentra impregnada por una incesante sensación de represión y opacidad informativa. La escasa información ofrecida en la página web de la única universidad que oferta esta titulación, la universidad de Damasco, dan prueba de ello.
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