La crisis económica y el paro desencadenan la fuga masiva de cerebros en España.
Desde que en 2009 se desencadenara la actual crisis económica, un alto porcentaje de jóvenes titulados se ha visto abocado a abandonar nuestro país. La alta tasa de desempleo unida a una oferta de titulados difícil de asumir por el mercado laboral español, está provocando este hecho sin precedentes.
Políticas desacertadas resultados desacertados
La absorción del Ministerio de Ciencias por el de Economía y Competitividad, no fue más que el punto de partida de un conjunto de políticas erróneas conducentes a la salida masiva de jóvenes titulados. Una de las generaciones más preparada de España está viéndose obligada a abrirse camino profesional fuera de su país. El estado español ha sufragado universidades y colegios públicos a un gran porcentaje de ellos, y ahora sus cotizaciones se producen en otros países.
En opinión de Lorenzo Cochón, catedrático de sociología de la Universidad Complutense de Madrid, este hecho pone en serias dificultades la posibilidad de reconvertir el sistema productivo y vencer la recesión. La España del ladrillo topó con el terremoto financiero provocado por las hipotecas subprime. La necesidad de apertura de nuevos sectores alejados de la construcción y la especulación, difícilmente se conseguirá a través de los recortes en investigación y educación. La experiencia debería haber servido como enseñanza a la clase política, no así las cosas, sus actuaciones van dirigidas hacia el fomento involuntario de la huida de talentos.
El representante de la educación en España, José Ignacio Wert, minusvaloró el problema ante la audiencia de RNE, indicando que la salida de titulados representa menos de una sexta parte del número oficial que se baraja (alrededor de 300.000 personas según el Censo Electoral de Españoles Residentes en el Extranjero).Sean cuales fueren las cifras reales, la partida de titulados hacia destinos como Alemania, Reino Unido y Estados Unidos es a todas luces evidente debido a la solidez de sus economías.
¿Cómo evitar la huida de profesionales cualificados de España?
Actualmente, las compañías cuentan con modernos e innovadores sistemas de evaluación y reclutamiento de personal, no obstante, han dejado de invertir en un valor fundamental: el reconocimiento y potenciación de las actitudes y competencias de sus trabajadores. Según Francisco Leguizamón, académico del INCAE Bussines School, los grandes empresarios sostienen la falsa creencia de que sus súbditos buscan principalmente recompensa económica. La retención de talento no puede basarse en la limosna mercantil. Las expectativas de reconocimiento profesional y asunción de mayores competencias es vital.
No obstante, las facultades para retener a los jóvenes talentos no solo han de partir de la iniciativa privada, sino también y muy fundamentalmente, de los poderes públicos. La salida de investigadores altamente cualificados ha de frenarse. La financiación de los proyectos de I+D+I debe ser retomada y los créditos a la banca tienen que ser condicionados al flujo de crédito empresarial. Los suprimidos programas de becas y la financiación de estudios contribuían a que una incipiente masa profesional se decidiese a emprender en su país. El porqué de estos y otros recortes está todavía pendiente de justificar.
La necesidad de financiación pública y reducción del déficit no puede apartar del camino las propuestas encaminadas al fomento del empleo juvenil. Mucho se habla estos días de nacionalizaciones de cajas y rescate de bancos, pero quizá, estas iniciativas a la postre necesarias para la reactivación de la economía, han de ir acompañadas de las tan esperadas medidas de estimulación laboral. El hecho cierto es que, a día de hoy, miles de jóvenes abandonan su país con el fin encontrar un futuro profesional. Crucemos los dedos y esperemos que se trate de una ida con retorno.